martes, 24 de mayo de 2011

Síntomas

La verdad es que Plastilina está ganando muchos puntos. No sé si será un poco como la tormenta antes de la calma pero, hasta ahora, no puedo quejarme de ella.
Siempre había oído historias para no dormir acerca de los síntomas del embarazado: náuseas, vómitos, mareos, malestar, antojos, olores que no se soportan, etc. Por supuesto a las mamás les encanta contar las cosas malas más que las buenas (en el tema embarazo) así que casi todo lo que había llegado a mis oídos habían sido calamidades.

Pero, cual fue mi sorpresa al ver que las semanas iban pasando y que a mí no me ocurría nada de lo mencionado. Durante un tiempo pensé: chica, no te alegres mucho que, cuando menos te lo esperas, viene todo junto y te vas a enterar. Y no ha sido así. A día de hoy puedo decir que sólo tres veces he tenido que ir al baño por problemas de estómago y las tres veces han estado justificadas. Es decir, que creo que estando o no embarazada los chipirones en su tinta que me comí no habrían sido del agrado de mi estómago y esa combinación helado, gaseosa, calor, caminata también me hubiera afectado en cualquier estado.

Claro que no todo ha sido perfecto: durante unos días estuve muy cansada, sentía la barriga tan tirante que parecía que iba a estallar, alguna que otra punzada en la espalda al vestirme, etc. Pero no son cosas que me hayan fastidiado enormemente y cuando me preguntan qué tal estoy ni las menciono. Además que pienso que la gente no quiere oir una retahíla de síntomas.

En resumen puedo decir que, si todos mis embarazos van a ser así, no me importaría tener unos cuantos más. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario