viernes, 17 de junio de 2011

Curso de preparación

Decidí apuntarme a un curso de preparación al parto para informarme un poco de cómo se hacen las cosas por aquí. He oído miles de historias de qué pasa, qué duele, qué te hacen, cuántas horas, etc. y no sabía si tenía ganas de escuchar más terrores pero...al final me animé.
El curso consta de 8 sesiones: cuatro sólo mujeres y cuatro con las parejas. 
Las cuatro primeras veces vino una fisioterapeuta para explicarnos qué pasa dentro de nuestro cuerpo cuando el bebé decide salir. También nos enseñó técnicas de respiración, posturas de  dilatación y nos contó 20.000 historias de sus amigas, sus hermanas, sus clientas y ella misma.
Algunas cosas fueron muy interesantes, como que no hay que ponerse a resoplar a mil por segundo tal y como se ven siempre en las películas cuando una embarazada quiere empujar. O, a qué ayuda podemos recurrir: bola de gimnasia, bañera, cojines, tela colgada del techo...
Yo creo que se podía haber resumido todo en dos sesiones pero, como a la chica le gustaba hablar, pues de ahí salen las cuatro citas. 
En la quinta cambiamos de instructora y esta me gustó mucho más. Nos habló de la psicología prenatal e hicimos una puesta en común de cómo habíamos llegado nosotras a este mundo. En mi caso poco pude contar porque mi madre o bien no se acuerda de cómo fue su embarazo de mí o bien se confunde con el de mis hermanas. 
Me pareció muy interesante cuando se comentó que la forma de venir al mundo indica un poco cómo será la persona en el futuro. Es decir, que un bebé que rápidamente sale sin más complicaciones será una persona decidida que no se piense mucho las cosas. En cambio, hay bebés que primero quieren salir pero después...ay! después se lo piensan y como que mejor se quedan un rato más. Estos serán los indecisos o los que monten un teatro ante cualquier situación. 
Así que espero recordar bien el parto de Plastilina para luego ver si su personalidad ya se dejaba ver en el momento de venir.
La sexta cita, que fue esta semana, estaba dedicada a la familia. De ahí me quedo con varias cosillas pero, la más importante, es que hay que cuidar de la pareja. Eso es algo que siempre he tenido presente: no quiero convertirme sólo en mamá y dejar mi otros roles (mujer, pareja, amiga, etc). Sé que no va a ser fácil pero ya me he puesto en ello y cuando quedo con amigas intento no ser la típica que no habla de otra cosa que de embarazos y bebés. Con mi pareja igual, le cuento cosas que he leído sobre el tema, o cómo me siento pero sin llegar a ser monotemática. Por ahora está siendo fácil, a ver cuando llegue la criatura!
La poxima semana hablaremos sobre el parto, la lactancia y no sé qué más. A ver qué tal!

No hay comentarios:

Publicar un comentario