domingo, 28 de octubre de 2012

Dimitiendo de enfermera

En las últimas tres semanas hemos caído los tres enfermos. Sí, uno por semana. Primero fue Plastilina. Un jueves empezó con moquera y acabó con tos. A los pocos días caí yo. Lo mismo que ella pero con mal cuerpo, fiebre y dolor de cabeza. El domingo pasado fue Chico: laringitis.
A las dos nos ha durado la enfermedad...a ver..unos cuatro días. A Chico...pues siete días. Nosotras hemos seguido con nuestra vida normal: hemos jugado, salido a comprar, cocinado (yo, Plastilina sólo mira), etc. El...pues ha estado de baja y los tres últimos días se los ha pasado de la cama al sofá, del periódico al ordenador, del libro a la tele. Ah, y con la puerta cerrada para que no le molestemos.
En condiciones normales le habría cuidado con todo el amor del mundo. Le habría preguntado mil veces si esta mejor, si le hago un té, si necesita algo, si quiere un basito de leche, etc. Pero, esta vez no. Esta vez me he dicho que el papel de enfermera es uno que ya no me apetece hacer. Por lo menos no para él.

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