Plastilina ya ha comenzado a hablar. Siempre ha balbuceado y chapurreado mucho pero ahora, lo que dice, se entiende. Son palabras, unas mejor pronunciadas que otras, pero palabras registradas en el diccionario.
Además, desde que va a la guardería todos los días hace ya dos semanas noto como su vocabulario ha ido aumentado y cada vez más repite algunas palabras que le decimos.
Es increíble ver cómo aprende, memoriza, asocia...y cómo empieza a compartimentar el mundo en dos: en español y en alemán. Así, por ejemplo, tanto a su padre como a mí nos pide "agua" pero juega con su "auto". Es decir, curiosamente aprende una palabra en uno de los dos idiomas y así se queda. Aunque entiende las dos versiones sólo usa una versión de las dos.
He leído varios artículos sobre el tema del bilingüismo y parece que esto es una fase normal. Que luego viene otra en la que hablan mezclando los dos idiomas para pasar, por último, a diferenciar y saber cuándo usar uno u otro.
También he leído que no hay base científica que demuestra la muy extendida creencia de que los bilingües tardan más en aprender a hablar. Un niño de 18 meses suele tener unas 18 palabras. Haciendo una lista de las que tiene Plastilina llegamos a 26, con lo cual está un poco por encima de la norma.
Algo que tendré que contarle a mi madre que no para de decirme que "esta niña verás como acaba hablando nada".
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