martes, 12 de marzo de 2013

Aprendiendo signos

Siempre me ha apasionado el lenguaje de signos. De pequeña recuerdo que jugaba a que era sorda y tenía que comunicarme con las manos. Además había aprendido de mis hermanos a deletrear usando el alfabeto signado y me pasaba ratos "escribiendo" con los dedos. En la escuela incluso usé esta habilidad para comunicarme con mis amigas en los exámenes y darnos las respuestas.

Cuando me quedé embarazada de Plastilina y mis horas de lectura eran dedicadas a temas de la matenidad (lactancia, alimentación, poblemas del sueño, etc) cayó en mis manos un artículo sobre bebés y lengua de signos. Me pareció tan interesante poder darle la oportunidad a mi hija de comunicarse conmigo antes de que pudiera hablar que me decidí a enseñarle cuando naciera.

Y así hice. Cuando Plastilina cumplió los seis meses y empezó con la alimentación complementaria comencé con mi proyecto. La primera palabra que le enseñé fue "todo" que servía para indicarme que ya no quería comer más. Al principio pensé que no iba a funcionar pero lo captó muy rápido y a las tres semanas lo hizo. Fue algo extraordinario! Después incluso empezó a usar "todo" en otras situaciones: cuando quería que acabase de vestirla, cuando el cuento había terminado, cuando ya no había más pan...

A este signo le siguieron otros y a día de hoy sabe decir: todo, baño, dormir, paseo, música, comer, beber, pájaro, mono, elefante, jirafa, gusanitos (de los que se comen) y caliente. Además de que ha sido un proceso de aprendizaje muy divertido para las dos ha sido, sobre todo, útil. Plastilina ha podido comunicarse conmigo de una manera muy clara desde los seis, siete meses. Ha podido decirme claramente qué quería o qué no sin tener que estar jugando a las adivinanzas.

Algunas amigas me decían que así tardaría más en hablar pero no ha sido el caso. Con casi veinte meses tiene un vocabulario (en alemán, español y lengua de signos) de unas 40 palabras. Además de pasarse casi todo el día repitiendo palabras de las que decimos.

Ahora ya casi no le enseño signos nuevos porque ya está hablando y quiero reforzarle la lengua oral pero seguimos usando los que ya sabemos. Es algo de verdad que os recomiendo, necesita tiempo y constancia pero es muy gratificante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario