martes, 12 de noviembre de 2013

Novedades

Pensaba que era cierto eso que cuentan de que, como con el primer hijo todo es novedad, se está más atento a los detalles, se hacen más fotos, se lee más sobre el asunto, se hacen más controles y se escriben más entradas en el blog. 

Y digo que pensaba porque me he dado cuenta de que es un poco verdad. Cuando me quedé embarazada de Plastilina me faltó tiempo para abrime esta cuenta de blogger y para empezar a documentar todo el proceso. 

Sin embargo, he esperado casi seis meses para escribir... que vuelvo a estar embaraza! A este ritmo doy la noticia directamente del parto. Y es que no es por falta de ilusión, para nada, si no más bien por falta de tiempo y de energía. 

Cuando Plastilina crecía en mi vientre trabajaba pocas horas a la semana y no tenía que ocuparme de nadie más que de mí misma y de mi barriga. Ahora tengo un trabajo nuevo a jornada completa y una nena de dos años que es pura energía y que necesita atención y cuidados. Las horas de tumbarse en el sofá a la bartola o de navegar en internet han pasado a la historia. 

Así que han ido pasando las semanas, los meses y de este tiempo de gestación no hay nada escrito para la posteridad. Nunca es tarde, no? Pues por eso me he dicho " de hoy no pasa" y aquí estoy.

Como ya he dicho arriba la ilusión en esta nueva vida no es poca. La hemos buscado aunque la decisión no ha sido fácil. Por mi parte tenía claro que quería otro hijo porque tener una hija única me daba pena. Yo, que vengo de una familia numerosa, no quería que Plastilina se perdiera cosas como pelearse con un hermano, compartir secretos, ser acusica y chivata, establecer alianzas y pactos de silencio contra Chico y contra mí...pero era la única que lo veía así. Chico, curiosamente también de familia numerosa, pensaba que una era suficiente, que ya era demasiado trabajo criar a una criatura como para tener otra. 

Cuando planteábamos el tema parecía que él sólo veía lo malo: las pocas horas de sueño, lo duro de educar y criar, los gastos, el poco tiempo que tenemos, lo agotador que puede ser una niña...No veía las risas que nos regala Plastilina, lo divertida y bonita que es, lo bien que suele portarse. De esta forma él parecía el fiscal y yo la defensa, cada uno en un bando. 

Después de un tiempo así decidí abandonar el tema y dejarle tiempo. Sé que cuanto más se le presiona más se encabezona. Además, quería que quisiera tener otro hijo, no quería convencerle sino que saliera de él el deseo de agrandar la familia. Y así fue. Un día me dijo que sí y, en marzo, nacerá nuestra segunda hija.

No hay comentarios:

Publicar un comentario