martes, 4 de febrero de 2014

Recta final

La cuenta atrás ya ha empezado en serio. Ya no se trata de decir en qué semana de embarazo estoy sino cuántas semanas me quedan: exactamente 4. Y qué ganas ya de parir. 

Este embarazo  no ha tenido nada que ver con el de Plastilina así que ahora, más que contar los días me quedan para ver a mi hija, cuento los días que me quedan para dejar de estar embarazada. Y es que, si bien este embarazo no ha sido muy malo tampoco ha sido tan bueno como el anterior.
He tenido náuseas, malestar de estómago, infección, porcentaje alto en los test de síndrome de down, exceso de líquido amniótico, dolores pélvicos...en fin, un poquito de todo. 

Además, al estar trabajando y cuidando de Plastilina a la vez le he hecho escaso caso a esta nueva vida. Con Plastilina escuchaba música, le hablaba, le cantaba, descansaba, me imagina el bebé que crecía dentro...ahora he estado tan cansada y tan ocupada que casi se me olvidaba que el tamaño de mi barriga no se debía a un exceso de asado de cerdo austriaco. 

Y esto me da un poco de pena porque me hace ilusión tener otro bebé pero, con todo lo que ha pasado, no le he dedicado la atención que se merece. Sé que, una vez que nazca será distinto porque entonces será Plastilina la que me dará lástima: ya no será el centro de atención y no podré dedicarle tanto tiempo como ahora. La balanza se equilibrará.

Por otra parte no me hago a la idea de tener otra hija. Me explico. Tengo ya tan identificada a Plastilina como "la hija" que no me puedo imaginar tener otra. Un bebé que se parezca a ella o que, por el contrario, sea totalmente distinta. No sé cómo explicarlo...es como cuando tienes un novio desde hace mucho y no te imaginas estando con otro porque ese es TU novio.

Bueno, comederos de cabeza que tiene una. 

El caso es que, llegados a este punto, no estoy nerviosa ni por el parto, ni por tener que llevar el cuidado de dos criaturas, ni por las noches que me esperan sin dormir....sólo tengo ganas ya de volver a no estar embarazada. Ese es el pensamiento que más ocupa mi mente.